domingo, 22 de junio de 2008

Milo Manara en Barcelona

Creo que merece conservar esta documentación, ademas de disfrutarla, así que a continuación teneis la entrevista que le realizarón en el ultimo Salón del Comic de Barcelona.

Tras una mirada tranquila y un gesto sereno está el arquitecto de fantasías que ha plagado de mujeres el mundo del cómic. Exuberantes, provocadoras y muy carnales, las féminas de Milo Manara (Italia, 1945) conservan intacta su sensualidad en un universo donde, a veces, lo sugerente queda sepultado por lo explícito.

Este mago del erotismo, es discípulo de Hugo Pratt y Federico Fellini y autor de obras como El Clic, El perfume del invisible o H.P.y Giuseppe Bergman. Sin estridencias y en voz baja, Manara ha llegado al Salón Internacional del Cómic de Barcelona protegido, cómo no, por sus inseparables compañeras.

Erotismo y pornografía, ¿dónde está la línea que los separa?

Siempre he tenido como referencia una frase de Woody Allen que dice que la pornografía es el erotismo de los otros. No creo que exista una línea que separe ambos elementos ya que, desde el punto de vista cultural, los dos evolucionan en el tiempo y en el espacio. Creo que sólo podría establecerse la diferencia en lo que respecta a la intención del autor. Si un creador está representando las fantasías eróticas, un acto que puede llegar a ser difícil y doloroso, y es un trabajo honesto consigo mismo, eso es erotismo. Si sólo quiere vender diez kilos de papel es pornografía.

Desde el inicio de su carrera, a finales de los sesenta, ha estado vinculado políticamente a la izquierda y ha destacado el valor social del arte. ¿Cree que el erotismo puede ser empleado como arma de cambio?

En la época en la que yo comencé sí, pero en este momento es más difícil porque creo que la transformación de todo en espectáculo ha acabado con el erotismo como camino para la liberación. Mi intención siempre ha sido mostrar los efectos sociales del erotismo, no los aspectos privados. De hecho, nunca he dibujado a dos personas haciendo el amor.

Entonces, ¿se podría concluir que el erotismo ya no tiene cabida en una sociedad donde triunfa lo explícito?

Todavía queda un espacio para él, pero es desde el punto de vista del entretenimiento, no de la liberación de las personas.

¿Qué hace de un retrato femenino una mujer Manara?


En mis historias las mujeres tienen un papel muy activo, tienen conciencia de lo que están haciendo, y, en general, las víctimas son los personajes masculinos, cuya categoría moral es inferior a la de ellas. En lo que respecta a sus rasgos físicos, dependen de una necesidad narrativa. Cuando empiezo una historia hago un casting mental donde escojo unos modelos para que ayuden al desarrollo de la historia.

¿Cómo ha cambiado su visión de las mujeres desde que empezó a dibujarlas?


Al principio el modelo inspirador de la mujer guapa eran las actrices. Ahora encuentro la inspiración en la calle. No existen mujeres feas. Parece como si la evolución de la mujer haya ido hacia el modelo que yo tenía en la cabeza cuando empecé.

¿Cuando dibuja, a qué tipo de lector se dirige?


No tengo una idea clara de un lector. De hecho, sólo hago las cosas que a mí me gustan, esperando que mi trabajo también le guste a otras personas. Recibo muchas cartas y mails de gente que se reconoce en mi obra, y lo más interesante es que la mayoría son mujeres. Además, mandan fotos para ser modelos de mis dibujos.

Pero su erotismo es masculino...


Creo que hay un erotismo femenino diferente del masculino. Yo creo que el mío es masculino pero eso no excluye que haya mujeres que le encuentren interés, ya sea por adaptarse al mundo de los hombres o simplemente para entenderlo.

¿Qué busca con sus historias: entretener, revolucionar, transmitir valores...?


Hugo Pratt me enseñó que no existe la diversión por la diversión, que detrás de la aventura siempre hay algo de conciencia. Si cada mañana al despertar uno repitiera una frase de Dante Alighieri en La Divina Comedia que dice algo parecido a: "Considerad de dónde venís, no fuisteis hechos para vivir de manera vulgar, sino para perseguir virtud y conocimiento", cambiaría el planeta. Este mismo concepto está también expresado en el Ulises de James Joyce, que pone una aventura en un día que es imposible de realizar físicamente, es una aventura mental para demostrar que no somos libres en el mundo en el que estamos.

¿Cómo fue trabajar con dos genios como Hugo Pratt y Federico Fellini?


La relación era la que hay entre el maestro y el aprendiz. Yo reivindico por un lado este tipo de relación, típica del Renacimiento. Es un orgullo, porque Pratt hizo dos guiones para mí y Fellini también me dio otros dos.

¿Alguna vez han censurado alguna de sus obras?


Normalmente trabajo con los editores y aplico una forma de censura preventiva para no correr el riesgo de que retiren la publicación. La única vez que me han censurado fue en Suráfrica, antes de Mandela, donde me prohibieron tres libros cuando, por ejemplo, Marcuse sólo tenía prohibidos dos.

¿Cómo ve el futuro del cómic?


Hay muchos autores que son muy buenos pero creo que faltan maestros. Además ha habido un cambio en el mercado. Antes, el cómic se difundía a través de las revistas que iban dirigidas a un público especializado. Estas revistas permitían a los jóvenes autores tener acceso a los lectores porque incluían a cuatro grandes autores que llamaban a la venta, pero dejaba un espacio para los que estaban empezando. El libro hace más difícil a los autores jóvenes llegar al público, porque tienen que encontrar a un editor dispuesto a arriesgarse. Estoy a favor de esta evolución, pero estamos en un momento crítico del salto del cómic como género a ser un producto general, que es una forma de expresión donde caben todos los géneros.

Ahora tras la entrevista, un articulo publicado en el Salón


El dibujante italiano Milo Manara ha dicho hoy en el Salón del Cómic de Barcelona que el erotismo, una de sus señas de identidad, le han permitido criticar la "hipocresía" de la sociedad.
Milo Manara (Bolzano, 1945) se interesó por el cómic cuando rondaba los 20 años, gracias al vanguardismo presente en obras como "Barbarella" y "Jodelle".

Ese erotismo, tan presente a lo largo de toda su obra, surgió como "una especie de denuncia política", máxime teniendo en cuenta lo difícil que era hacer cómic erótico a finales de los años sesenta.

Con el tiempo, reconoce el dibujante italiano, "esa parte subversiva se ha ido perdiendo en mi obra, puesto que con la irrupción de los grandes medios de comunicación el erotismo se ha convertido en algo más lúdico y de entretenimiento".

En el trasfondo de la denuncia que pretendía transmitir Manara estaba la evidencia de una actitud hipócrita: "el erotismo criticaba en mi primera obra la diferencia entre el vicio privado y la virtud pública".

Asegura que nunca ha sentido la censura, aunque confiesa que "siempre alcanzaba un acuerdo con el editor para no sobrepasar determinados límites, sobre todo con 'Barbarella'".

Manara advierte que no pretende que sus personajes femeninos sean realistas: "para mí son unos personajes sacados de la Commedia dell'Arte, y por eso sus rasgos aparecen siempre exagerados".

Una de las exposiciones centrales de la presente edición del Salón del Cómic se centra en la relación entre Manara y el director de cine italiano Federico Fellini, que incluye una serie de ilustraciones y páginas de cómic de su trabajo común, "Viaje a Tulum".

El director de la Comicon de Nápoles y comisario de la exposición, Claudio Curcio, considera que "la relación Manara-Fellini es posiblemente la colaboración más fructífera que se haya dado nunca entre el séptimo y el noveno arte".

Preguntado por esta relación estrecha que mantuvieron ambos creadores, Manara dice que en su trabajo conjunto "Fellini actuaba como si fuera el director y yo como el resto del equipo".

Según Manara, "Fellini hacía el guión y yo el 'storyboard' y posteriormente él hacía sus aportaciones sobre los dibujos".

Se siente especialmente orgulloso de aquel trabajo con un "genio" como Fellini: "discutíamos a veces, pero al final él siempre acababa teniendo la razón", admite.

Subraya entre sus grandes trabajos la reciente historia de "Los Borgia" -con guión de Alejandro Jodorowsky-, una historia en la que tuvo "suficiente tiempo para dibujar las viñetas con óleos, un auténtico lujo, pues habitualmente recibimos los encargos con pocos días de antelación y nos vemos obligados, por razones de tiempo, a trabajar con acuarela".



Y hasta aqui llego el Anaroseado por hoy ;)

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